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Agroecología

Parece que la agroecología no es sólo una estrategia para repensar la agricultura ¿Qué es? ¿Es un movimiento, una ciencia, una visión política o una práctica de ocupación de la ciudad?

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La agroecología urbana es considerada por muchos permacultores como un acto revolucionario silencioso, pues representa el retorno al vínculo sagrado con la tierra. Así, se produce resiliencia en los centros urbanos que demandan una gran cantidad de recursos, cuestionando los modelos industrializados de producción de alimentos. Si cambiamos nuestros hábitos de consumo, cambiamos las relaciones de producción y, por ende, de poder. Qué mejor que esto suceda a través de la producción de alimentos sanos, locales y ecológicos, lo que permite:

1.- El establecimiento de lazos de intercambio solidario de productos alimenticios que se comparten a pequeña escala, fomentando la creación de redes de economía bio-social que fortalecen la cadena de suministros a escala local, permitiendo la transformación de alimentos y la ampliación de la oferta de productos confeccionados.

2.- Mejoras en la salud individual y comunitaria al permitir el acceso a hábitos de consumo de alimentos libres de agrotóxicos.

3.- La disminución de nuestra huella hídrica y de carbono, pues al producir, transformar y consumir alimentos de manera local disminuimos de forma directa los costos ambientales que se generan en la producción, transporte y distribución, además de mejorar los suelos locales gracias a la composta.

La agroecología urbana es considerada por muchos permacultores como un acto revolucionario silencioso, pues representa el retorno al vínculo sagrado con la tierra. Así, se produce resiliencia en los centros urbanos que demandan una gran cantidad de recursos, cuestionando los modelos industrializados de producción de alimentos. Si cambiamos nuestros hábitos de consumo, cambiamos las relaciones de producción y, por ende, de poder. Qué mejor que esto suceda a través de la producción de alimentos sanos, locales y ecológicos, lo que permite:

1.- El establecimiento de lazos de intercambio solidario de productos alimenticios que se comparten a pequeña escala, fomentando la creación de redes de economía bio-social que fortalecen la cadena de suministros a escala local, permitiendo la transformación de alimentos y la ampliación de la oferta de productos confeccionados.

2.- Mejoras en la salud individual y comunitaria al permitir el acceso a hábitos de consumo de alimentos libres de agrotóxicos.

3.- La disminución de nuestra huella hídrica y de carbono, pues al producir, transformar y consumir alimentos de manera local disminuimos de forma directa los costos ambientales que se generan en la producción, transporte y distribución, además de mejorar los suelos locales gracias a la composta.