¿Por qué pensar en esta condición tan básica de caminar en la ciudad? ¿Qué implica? ¿Cómo se mide?
Caminar es un acto libre, cada persona ejerce la caminabilidad de distinta forma: en líneas rectas, dando círculos, haciendo curvas o diagonales en el lugar que recorre. Caminamos en línea recta en avenida Reforma; giramos alrededor de la asta bandera del Zócalo buscando la sombra; "hacemos eses" cuando intentamos llegar a Santa Fe; e intentamos movernos en diagonal cruzando las plazas de los jardines y plazas de las colonias Roma y Condesa. El caminar es el medio para movernos más antiguo que conocemos. Es además equitativo, eficiente y no contaminante; puede ser un medio recreativo o de contemplación. Permite interacciones y también puede generar tropiezos. Tal vez por eso el concepto de caminabilidad es frecuentemente descrito por las características con las que debe contar un entorno construido para que el caminar sea posible sin dejar cicatrices. Ejercer la caminabilidad es la mejor forma de experimentar una ciudad a nuestro ritmo, no se requiere de ningún objeto de mediación más que nuestros sentidos alertas: escuchar lo que ocurre y el cómo van apareciendo sonidos, sentir cómo huele y saber en qué momentos aguantar la respiración, percibir el aire dependiendo del modo como damos nuestros pasos, observar.
Caminar es un acto libre, cada persona ejerce la caminabilidad de distinta forma: en líneas rectas, dando círculos, haciendo curvas o diagonales en el lugar que recorre. Caminamos en línea recta en avenida Reforma; giramos alrededor de la asta bandera del Zócalo buscando la sombra; "hacemos eses" cuando intentamos llegar a Santa Fe; e intentamos movernos en diagonal cruzando las plazas de los jardines y plazas de las colonias Roma y Condesa. El caminar es el medio para movernos más antiguo que conocemos. Es además equitativo, eficiente y no contaminante; puede ser un medio recreativo o de contemplación. Permite interacciones y también puede generar tropiezos. Tal vez por eso el concepto de caminabilidad es frecuentemente descrito por las características con las que debe contar un entorno construido para que el caminar sea posible sin dejar cicatrices. Ejercer la caminabilidad es la mejor forma de experimentar una ciudad a nuestro ritmo, no se requiere de ningún objeto de mediación más que nuestros sentidos alertas: escuchar lo que ocurre y el cómo van apareciendo sonidos, sentir cómo huele y saber en qué momentos aguantar la respiración, percibir el aire dependiendo del modo como damos nuestros pasos, observar.