¿Por qué la necesidad de definir la infraestructura que sea más inteligente en términos ambientales? ¿Será que la infraestructura, normalmente catalogada con el gris e invisible para los que no son ingenieros, juega ahora un papel mucho más relevante en la identidad y funcionamiento de múltiples sistemas urbanos?
La infraestructura verde es una red de espacios verdes interconectados. En ella convergen áreas con características naturales, áreas verdes públicas y privadas, así como espacios abiertos con alguna categoría de conservación o protección, como producto del modelo de urbanización adoptado por la planeación territorial. Estos son concebidos como espacios funcionales integrados al territorio, con una amplia variedad de formas adecuadas al espacio urbano y que poseen propiedades intrínsecas con la conectividad, multifuncionalidad, integración, multiescala y multiobjeto del territorio.
Estas estructuras verdes son hábitats que contribuyen a la protección de la biodiversidad y los ecosistemas. Las infraestructuras verdes pueden interconectarse entre sí, gestionarse a través de la estrategia de transformación territorial y sustentabilidad a largo plazo en las ciudades. Además, son una herramienta de transformación territorial para la contención de la expansión urbana, la gestión de los recursos naturales en pro de la conservación y mantenimiento de los procesos ecológicos. Coadyuvan en la cogestión de la sustentabilidad y fomentan la resiliencia de las ciudades, por lo que es importante la apropiación de estos espacios por las personas y de la planeación adecuada.
La infraestructura verde es la red de servicios ambientales que se ofrecen a través de la unión de áreas verdes, la cual debe rescatar la identidad cultural, así como el patrimonio natural de un sitio. Esta infraestructura, además de los beneficios ambientales y la arborización que proponen, también pueden contemplar el establecimiento de rutas de transporte no motorizado, así como vinculación a rutas de transporte público. Ciudad de México cuenta con áreas naturales protegidas en suelo de conservación que son fundamentales para la creación de infraestructura verde en la ciudad. Si se mantienen estos espacios y se reproducen sus características (como las especies, densidad de plantación, tipo de suelo) en la ciudad incorporando otros usos, tendremos una infraestructura verde acorde con cada entorno.
La infraestructura verde es el conjunto de soluciones de paisaje que operan como un sistema integrado y sensible con el medio ambiente. Es una caja de herramientas que opera con una paleta vegetal que reconoce el sitio donde se implementa, cumpliendo una función ecosistémica.
La infraestructura verde es local, es decir, está íntimamente ligada al contexto en el que se encuentra: el asfalto y suelo impermeable de una calle en Iztacalco, o en las pendientes de un barrio en el Ajusco. Su aplicación depende de múltiples factores, como el clima, la topografía y el tipo de suelo. Es indispensable que se haga un análisis preciso para determinar cuál es la solución de infraestructura verde aplicable. Si bien conceptualmente son estrategias replicables, de manera específica no lo son. Estas deben entender la ecología de un sitio, de tal forma que logren cumplir con alguna función, por ejemplo la mitigación de inundaciones o la reducción del efecto de isla de calor.
En cuanto a la implementación de infraestructura verde también es necesario considerar una visión de largo plazo, ya que son sistemas que necesitan mantenimiento continuo. Es recomendable tener una estrategia donde exista participación por parte de la comunidad, ya que esto permitirá su valoración, cuidado y apropiación.
La infraestructura verde es una red de espacios verdes interconectados. En ella convergen áreas con características naturales, áreas verdes públicas y privadas, así como espacios abiertos con alguna categoría de conservación o protección, como producto del modelo de urbanización adoptado por la planeación territorial. Estos son concebidos como espacios funcionales integrados al territorio, con una amplia variedad de formas adecuadas al espacio urbano y que poseen propiedades intrínsecas con la conectividad, multifuncionalidad, integración, multiescala y multiobjeto del territorio.
Estas estructuras verdes son hábitats que contribuyen a la protección de la biodiversidad y los ecosistemas. Las infraestructuras verdes pueden interconectarse entre sí, gestionarse a través de la estrategia de transformación territorial y sustentabilidad a largo plazo en las ciudades. Además, son una herramienta de transformación territorial para la contención de la expansión urbana, la gestión de los recursos naturales en pro de la conservación y mantenimiento de los procesos ecológicos. Coadyuvan en la cogestión de la sustentabilidad y fomentan la resiliencia de las ciudades, por lo que es importante la apropiación de estos espacios por las personas y de la planeación adecuada.
La infraestructura verde es la red de servicios ambientales que se ofrecen a través de la unión de áreas verdes, la cual debe rescatar la identidad cultural, así como el patrimonio natural de un sitio. Esta infraestructura, además de los beneficios ambientales y la arborización que proponen, también pueden contemplar el establecimiento de rutas de transporte no motorizado, así como vinculación a rutas de transporte público. Ciudad de México cuenta con áreas naturales protegidas en suelo de conservación que son fundamentales para la creación de infraestructura verde en la ciudad. Si se mantienen estos espacios y se reproducen sus características (como las especies, densidad de plantación, tipo de suelo) en la ciudad incorporando otros usos, tendremos una infraestructura verde acorde con cada entorno.
La infraestructura verde es el conjunto de soluciones de paisaje que operan como un sistema integrado y sensible con el medio ambiente. Es una caja de herramientas que opera con una paleta vegetal que reconoce el sitio donde se implementa, cumpliendo una función ecosistémica.
La infraestructura verde es local, es decir, está íntimamente ligada al contexto en el que se encuentra: el asfalto y suelo impermeable de una calle en Iztacalco, o en las pendientes de un barrio en el Ajusco. Su aplicación depende de múltiples factores, como el clima, la topografía y el tipo de suelo. Es indispensable que se haga un análisis preciso para determinar cuál es la solución de infraestructura verde aplicable. Si bien conceptualmente son estrategias replicables, de manera específica no lo son. Estas deben entender la ecología de un sitio, de tal forma que logren cumplir con alguna función, por ejemplo la mitigación de inundaciones o la reducción del efecto de isla de calor.
En cuanto a la implementación de infraestructura verde también es necesario considerar una visión de largo plazo, ya que son sistemas que necesitan mantenimiento continuo. Es recomendable tener una estrategia donde exista participación por parte de la comunidad, ya que esto permitirá su valoración, cuidado y apropiación.