¿Qué implica el ejercicio del poder público que lo asociamos con un proceso arduo, ilegible, incomprensible, dudoso? ¿Qué se puede rescatar de su función original de ejercer la autoridad para un fin común y en el caso de la ciudad, para el diseño, la gestión y transformación de la misma?
Derivada del término francés para oficina: bureau y krátos: poder o autoridad. La palabra burocracia se emplea en dos sentidos: el primero es para designar a todos aquellos que son empleados del servicio público; y, el segundo es una derivación del primero, aunque generalmente se usa de forma más bien despectiva para aludir a la lentitud e intrincada forma de resolver los asuntos del Estado, en la que muchas veces incurre este poder tras los escritorios.
Puede ser considerada como uno de los factores que influyen en el valor final de los desarrollos urbanos, debido al costo asociado a la gestión y al tiempo empleado en ella. Actualmente, las grandes ciudades poseen una amplísima y compleja regulación que recae en múltiples agencias urbanas u oficinas públicas, utilizando mucho tiempo en revisar y autorizar proyectos, por lo que los inversionistas requieren contratar a muchos consultores que conozcan los detalles de dicha normatividad, haciendo que el producto inmobiliario se vea afectado por estos costos indirectos, además del tiempo que utiliza la burocracia para emitir sus opiniones significa también costos adicionales.
Es por todo ello que la burocracia se ha convertido en sinónimo de lentitud, desorden u obstáculo.
Derivada del término francés para oficina: bureau y krátos: poder o autoridad. La palabra burocracia se emplea en dos sentidos: el primero es para designar a todos aquellos que son empleados del servicio público; y, el segundo es una derivación del primero, aunque generalmente se usa de forma más bien despectiva para aludir a la lentitud e intrincada forma de resolver los asuntos del Estado, en la que muchas veces incurre este poder tras los escritorios.
Puede ser considerada como uno de los factores que influyen en el valor final de los desarrollos urbanos, debido al costo asociado a la gestión y al tiempo empleado en ella. Actualmente, las grandes ciudades poseen una amplísima y compleja regulación que recae en múltiples agencias urbanas u oficinas públicas, utilizando mucho tiempo en revisar y autorizar proyectos, por lo que los inversionistas requieren contratar a muchos consultores que conozcan los detalles de dicha normatividad, haciendo que el producto inmobiliario se vea afectado por estos costos indirectos, además del tiempo que utiliza la burocracia para emitir sus opiniones significa también costos adicionales.
Es por todo ello que la burocracia se ha convertido en sinónimo de lentitud, desorden u obstáculo.