¿Qué significa que la Ciudad de México sea la capital legal, ideológica y funcional del país? ¿Cómo se manifiesta en su gestión y en el cotidiano de su población?
Ciudad de México es la capital nacional y sede de los Poderes de la Unión; era la capital del virreinato antes de que México se estableciera como República; y, el imaginario colectivo le concede el carácter de espacio de atracción desde siglos antes del periodo colonial. Independientemente del cuestionado centralismo político y administrativo, la capital atrae por motivos simbólicos, desde los religiosos hasta los artísticos, por el peso de su patrimonio histórico, por su avanzada liberal y por su asombrosa capacidad funcional a pesar de sus dimensiones y complejidad urbanística. Día a día, la capital debe garantizar las condiciones para que los poderes constitucionales ejerzan sus facultades, y los mexicanos sus derechos de concentrarse y manifestarse en actos y movimientos políticos que llegan desde el país entero a hacer uso de su función como caja de resonancia. Con la solemnidad que ameritaba el acto, el preámbulo de su Constitución Política la declaró: "Espejo en que se mire la República, digna capital de todas las mexicanas y los mexicanos y orgullo universal de nuestras raíces". Ceremonias aparte, a la capital se le dice a veces la capirucha, con un dejo de familiaridad y simpatía.
(CAPITALIDAD DE FONDO) Conjunto de recursos presupuestales que el Gobierno Federal transfiere a Ciudad de México para "mitigar los costos asociados a su condición de capital de la República Mexicana". Dichos costos incluyen, entre otros, la congestión vehicular derivada de la circulación de vehículos que no residen en ella, y que, por tanto, no pagan la tenencia, el control y la vigilancia de manifestaciones públicas dirigidas al Ejecutivo Federal. Así, los chilangos cobramos por las molestias que nos ocasiona vivir en la capital.
Ciudad de México es la capital nacional y sede de los Poderes de la Unión; era la capital del virreinato antes de que México se estableciera como República; y, el imaginario colectivo le concede el carácter de espacio de atracción desde siglos antes del periodo colonial. Independientemente del cuestionado centralismo político y administrativo, la capital atrae por motivos simbólicos, desde los religiosos hasta los artísticos, por el peso de su patrimonio histórico, por su avanzada liberal y por su asombrosa capacidad funcional a pesar de sus dimensiones y complejidad urbanística. Día a día, la capital debe garantizar las condiciones para que los poderes constitucionales ejerzan sus facultades, y los mexicanos sus derechos de concentrarse y manifestarse en actos y movimientos políticos que llegan desde el país entero a hacer uso de su función como caja de resonancia. Con la solemnidad que ameritaba el acto, el preámbulo de su Constitución Política la declaró: "Espejo en que se mire la República, digna capital de todas las mexicanas y los mexicanos y orgullo universal de nuestras raíces". Ceremonias aparte, a la capital se le dice a veces la capirucha, con un dejo de familiaridad y simpatía.
(CAPITALIDAD DE FONDO) Conjunto de recursos presupuestales que el Gobierno Federal transfiere a Ciudad de México para "mitigar los costos asociados a su condición de capital de la República Mexicana". Dichos costos incluyen, entre otros, la congestión vehicular derivada de la circulación de vehículos que no residen en ella, y que, por tanto, no pagan la tenencia, el control y la vigilancia de manifestaciones públicas dirigidas al Ejecutivo Federal. Así, los chilangos cobramos por las molestias que nos ocasiona vivir en la capital.