¿Qué tipo de lugar o situación es aquella que experimentamos todos los peatones?, ¿por qué es tan delicada?
Diseñado para que el peatón cruce la vialidad de forma segura, el cruce peatonal por lo general se ubica en las intersecciones de las vialidades urbanas. Existen a nivel de la calle, a desnivel, y el cruce espontáneo o "línea de deseo peatonal". Los cruces representan un obstáculo para el peatón porque le imponen un cambio en su cadencia y trayectoria obligándolo a detenerse, esperar, desviarse, subir o bajar; consumen su energía y su atención y minan su tranquilidad. En Ciudad de México, debido a su diseño deficiente, al poco o nulo respeto al reglamento de tránsito solapado por autoridades omisas en la aplicación de las sanciones de tránsito, el cruce de calle no cumple con su función básica: la de brindar un espacio de seguridad, de resguardo y tranquilidad.
Este contexto hostil para el peatón, representa un espacio de riesgo, de disputa, un espacio en donde se materializan y expresan las relaciones de poder entre peatones y conductores de vehículos motorizados. A pesar de que algunas autoridades se han esforzado estos últimos años por construir cruces más amigables con los peatones, más del 90% de los cruces peatonales de la ciudad no cumplen con las condiciones mínimas de seguridad (Pérez López, Montejano, Caudillo, Viramontes, Suárez, Morales Ledesma y Sánchez, 2019).
Diseñado para que el peatón cruce la vialidad de forma segura, el cruce peatonal por lo general se ubica en las intersecciones de las vialidades urbanas. Existen a nivel de la calle, a desnivel, y el cruce espontáneo o "línea de deseo peatonal". Los cruces representan un obstáculo para el peatón porque le imponen un cambio en su cadencia y trayectoria obligándolo a detenerse, esperar, desviarse, subir o bajar; consumen su energía y su atención y minan su tranquilidad. En Ciudad de México, debido a su diseño deficiente, al poco o nulo respeto al reglamento de tránsito solapado por autoridades omisas en la aplicación de las sanciones de tránsito, el cruce de calle no cumple con su función básica: la de brindar un espacio de seguridad, de resguardo y tranquilidad.
Este contexto hostil para el peatón, representa un espacio de riesgo, de disputa, un espacio en donde se materializan y expresan las relaciones de poder entre peatones y conductores de vehículos motorizados. A pesar de que algunas autoridades se han esforzado estos últimos años por construir cruces más amigables con los peatones, más del 90% de los cruces peatonales de la ciudad no cumplen con las condiciones mínimas de seguridad (Pérez López, Montejano, Caudillo, Viramontes, Suárez, Morales Ledesma y Sánchez, 2019).