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Gestión Hídrica

¿Qué es la gestión hídrica? ¿Cuándo surge el término? ¿Por qué es relevante en la Ciudad de México? ¿Cuál es el papel de los urbanistas y arquitectos en esta agenda? ¿Cuál es la responsabilidad de la ciudadanía?

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La gestión hídrica es el proceso de administración y planeación para el acceso y uso de agua con características de cantidad y calidad, contemplando el mantenimiento del ciclo hídrico de una cuenca, embalse o pozo de agua subterránea. Dicho mecanismo debe ser consensuado entre comunidades y debe contemplar la integridad de las fuentes de agua o ecosistemas asociados. En caso contrario, los mecanismos de gestión pueden ser insostenibles o bien llevar al acaparamiento del recurso y su agotamiento, generando efectos en múltiples dimensiones (económico, social o ambiental). En esta ciudad predomina la gestión estatal unidireccional, en donde se procura la disposición de agua y agua residual de manera diferenciada entre zonas, la administración se basa en la cantidad de agua servida y la infraestructura hídrica como medio de acceso. En menor medida, se presenta la gestión comunitaria cuyos mecanismos de implementación son unidireccionales pero consensuadas entre usuarios con poca participación estatal para fines de abastecimiento local. En ninguno de los casos anteriores, Ciudad de México contempla la gestión integral u holística que busque mantener el ciclo hidrológico y conservar las fuentes y ecosistemas asociados al agua.

La gestión hídrica es el proceso de administración y planeación para el acceso y uso de agua con características de cantidad y calidad, contemplando el mantenimiento del ciclo hídrico de una cuenca, embalse o pozo de agua subterránea. Dicho mecanismo debe ser consensuado entre comunidades y debe contemplar la integridad de las fuentes de agua o ecosistemas asociados. En caso contrario, los mecanismos de gestión pueden ser insostenibles o bien llevar al acaparamiento del recurso y su agotamiento, generando efectos en múltiples dimensiones (económico, social o ambiental). En esta ciudad predomina la gestión estatal unidireccional, en donde se procura la disposición de agua y agua residual de manera diferenciada entre zonas, la administración se basa en la cantidad de agua servida y la infraestructura hídrica como medio de acceso. En menor medida, se presenta la gestión comunitaria cuyos mecanismos de implementación son unidireccionales pero consensuadas entre usuarios con poca participación estatal para fines de abastecimiento local. En ninguno de los casos anteriores, Ciudad de México contempla la gestión integral u holística que busque mantener el ciclo hidrológico y conservar las fuentes y ecosistemas asociados al agua.