El riesgo de quedarnos sin el agua crece ¿qué plantea entonces una mirada holística a la naturaleza, infraestructura y territorio de la ciudad para garantizar la vida y el uso responsable de este líquido vital?
Las sociedades gozan de seguridad hídrica cuando manejan de manera eficiente sus recursos de agua en las dimensiones ambiental (conservando ecosistemas y sus fuentes), doméstica (satisfaciendo sus necesidades básicas, en las ciudades y en el campo), económica (impulsando actividades productivas —agrícolas, industriales y energéticas—), y urbana (desarrollando ciudades sostenibles), con una perspectiva de resiliencia ante los efectos del cambio climático. Estas dimensiones requieren necesariamente de una participación social activa e informada, un esquema funcional de gobernanza (con instituciones sólidas y normas adecuadas), y un enfoque transversal y multidisciplinario.
Las sociedades gozan de seguridad hídrica cuando manejan de manera eficiente sus recursos de agua en las dimensiones ambiental (conservando ecosistemas y sus fuentes), doméstica (satisfaciendo sus necesidades básicas, en las ciudades y en el campo), económica (impulsando actividades productivas —agrícolas, industriales y energéticas—), y urbana (desarrollando ciudades sostenibles), con una perspectiva de resiliencia ante los efectos del cambio climático. Estas dimensiones requieren necesariamente de una participación social activa e informada, un esquema funcional de gobernanza (con instituciones sólidas y normas adecuadas), y un enfoque transversal y multidisciplinario.