Es una práctica reconocida de construcción del 60% de las viviendas de la ciudad. ¿Por qué existe en esa cantidad? ¿Qué implica? ¿Quiénes la ejercen? ¿Qué tenemos que aprender de ella?
La autoconstrucción es la práctica de edificar vivienda y otros componentes del hábitat por sus propios usuarios y puede realizarse bajo procesos individuales-familiares (auto-ayuda) o colectivos-solidarios (ayuda mutua).
Puede ser la opción constructiva que asume una organización o grupo familiar, pero esta opción sólo implica una fase del proceso productivo y no necesariamente el control integral del mismo. No debe confundirse por tanto con la auto-producción, que implica el control integral del proceso productivo en todas sus fases. Se caracteriza por el empleo de fuerza de trabajo no remunerado y puede implicar el apoyo de parientes y amigos. En el medio rural, en particular en el indígena, donde no se paga renta del suelo y se dispone de materiales locales y prácticas sociales como la mano-vuelta, es donde esta forma de construcción se define con mayor nitidez.
Se da también en el medio urbano, generalmente combinada con la contratación de mano de obra especializada. En el caso de las cooperativas de vivienda por ayuda mutua, se considera fundamental que los socios participen en algunas tareas de autoconstrucción, lo que, además de dar mayor alcance a los recursos financieros de que disponen, contribuye significativamente a construir comunidad, identidad y pertenencia.
La autoconstrucción es la práctica de edificar vivienda y otros componentes del hábitat por sus propios usuarios y puede realizarse bajo procesos individuales-familiares (auto-ayuda) o colectivos-solidarios (ayuda mutua).
Puede ser la opción constructiva que asume una organización o grupo familiar, pero esta opción sólo implica una fase del proceso productivo y no necesariamente el control integral del mismo. No debe confundirse por tanto con la auto-producción, que implica el control integral del proceso productivo en todas sus fases. Se caracteriza por el empleo de fuerza de trabajo no remunerado y puede implicar el apoyo de parientes y amigos. En el medio rural, en particular en el indígena, donde no se paga renta del suelo y se dispone de materiales locales y prácticas sociales como la mano-vuelta, es donde esta forma de construcción se define con mayor nitidez.
Se da también en el medio urbano, generalmente combinada con la contratación de mano de obra especializada. En el caso de las cooperativas de vivienda por ayuda mutua, se considera fundamental que los socios participen en algunas tareas de autoconstrucción, lo que, además de dar mayor alcance a los recursos financieros de que disponen, contribuye significativamente a construir comunidad, identidad y pertenencia.