¿Qué es distopía? ¿Qué elementos estructuran el mundo distópico?
¿Cuándo surge la distopía? y ¿con qué objetivo?
¿Qué tipos de distopías existen?
Si la utopía y la distopía son ficciones, ¿qué las asemeja? y ¿Qué las diferencia?
¿Qué es una ciudad distópica? ¿Qué elementos urbanos describen la ciudad distópica? ¿Qué hace de la Ciudad de México una ciudad distópica?
"La utopía, es ese lugar ideal, feliz, óptimo, imaginado, y la distopía el peor lugar. Por sentido contrario una distopía es aquella sociedad que no funciona y que se odia a sí misma. Esto último para referirnos a las características de deshumanización, gobiernos tiránicos, desastres ambientales y constante sentido del declive y la catástrofe.
Lo distópico tiene características o elementos que podemos identificar vívidos desde diferentes maneras, que nos habla de elementos que vemos hoy en día como segregación, totalitarismo, control, inseguridad, pobreza, índice de violencia, poca higiene, falta de salud, hablamos de soledad, también, poca organización. Quiere decir que hay una serie de características que podemos ir identificando en cada uno de estos conceptos y en ese sentido lo distópico tiene cabida más en esta realidad de la inmediatez y eso nos mete a un estado de profunda reflexión, de profunda crítica en la manera cómo habitamos, en la manera cómo nos relacionamos como seres humanos y en la manera cómo queremos hoy día proyectarnos a ese futuro."
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"Yo creo que la distopía es la pérdida de fe en el progreso y la humanidad. La sociedad pierde la fe en esta idea del progreso generado por la ciencia y el progreso y resulta que la ciudad es el escenario favorito de esta falta de fe. La ciudad es el escenario de la distopía (representado por la ciencia ficción) que se convierte en un lugar terrible, y no es que necesariamente haya sido el mejor lugar del mundo, pero que, en vez de avanzar, de desarrollarse, la ciencia y el progreso -o al menos esta idea de ciencia y progreso- no nos llevó a la utopía, sino que nos lleva a la distopía.
Yo pensaría que utopía se planea. y la distopía no. Es el resultado de la no planeación o de la mala planeación. Y si la dividimos en distopías puras e indirectas, la distopía urbana ‘pura’ es lo que llamamos la ciudad informal, los grandes espacios informales de la ciudad, es decir la mayoría de las ciudades del planeta; y las ‘indirectas’ son distopías derivadas de la ciudad formal, la ciudad planeada que terminó por fallar, que nunca nos llevó a la utopía, nunca nos acercó a esta idea de utopía que si bien no existe, sí nos guía."
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"En contraposición al carácter orientador de una idea utópica, me parece productivo entender a la distopía menos como una grandilocuencia apocalíptica y más como la humilde y tanto más dañina ausencia de una brújula imaginativa, de una idea de lo bueno, del olvido del significado más básico de la idea de proyecto. Actualmente, la arquitectura y el diseño están frecuentemente imbuidos por un optimismo pesimista que parece haber renunciado a la idea de un futuro transformable, sustituido el querer una mejor ciudad por el de tener una más bonita, y limitado su imaginación a la generación de espacios encantadores pero encayados en la obsolescencia de su propia contemporaneidad. En estas condiciones, es fácil que las disciplinas del diseño se conviertan en un caballo de Troya que permite —o haya permitido ya— el arribo del antiparaíso distópico a nuestra realidad. En este sentido, me parece importante preguntarnos si no estamos ya viviendo en una distopía, y si en en este momento es necesario mirarla a los ojos, reconocerla, y reconocernos en ella para comenzar a pensar sobre cómo mermarla, y por qué y hacia dónde queremos proyectar una idea de un cuarto, una casa, un barrio, y una ciudad."
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"La utopía, es ese lugar ideal, feliz, óptimo, imaginado, y la distopía el peor lugar. Por sentido contrario una distopía es aquella sociedad que no funciona y que se odia a sí misma. Esto último para referirnos a las características de deshumanización, gobiernos tiránicos, desastres ambientales y constante sentido del declive y la catástrofe.
Lo distópico tiene características o elementos que podemos identificar vívidos desde diferentes maneras, que nos habla de elementos que vemos hoy en día como segregación, totalitarismo, control, inseguridad, pobreza, índice de violencia, poca higiene, falta de salud, hablamos de soledad, también, poca organización. Quiere decir que hay una serie de características que podemos ir identificando en cada uno de estos conceptos y en ese sentido lo distópico tiene cabida más en esta realidad de la inmediatez y eso nos mete a un estado de profunda reflexión, de profunda crítica en la manera cómo habitamos, en la manera cómo nos relacionamos como seres humanos y en la manera cómo queremos hoy día proyectarnos a ese futuro."
"Yo creo que la distopía es la pérdida de fe en el progreso y la humanidad. La sociedad pierde la fe en esta idea del progreso generado por la ciencia y el progreso y resulta que la ciudad es el escenario favorito de esta falta de fe. La ciudad es el escenario de la distopía (representado por la ciencia ficción) que se convierte en un lugar terrible, y no es que necesariamente haya sido el mejor lugar del mundo, pero que, en vez de avanzar, de desarrollarse, la ciencia y el progreso -o al menos esta idea de ciencia y progreso- no nos llevó a la utopía, sino que nos lleva a la distopía.
Yo pensaría que utopía se planea. y la distopía no. Es el resultado de la no planeación o de la mala planeación. Y si la dividimos en distopías puras e indirectas, la distopía urbana ‘pura’ es lo que llamamos la ciudad informal, los grandes espacios informales de la ciudad, es decir la mayoría de las ciudades del planeta; y las ‘indirectas’ son distopías derivadas de la ciudad formal, la ciudad planeada que terminó por fallar, que nunca nos llevó a la utopía, nunca nos acercó a esta idea de utopía que si bien no existe, sí nos guía."
"En contraposición al carácter orientador de una idea utópica, me parece productivo entender a la distopía menos como una grandilocuencia apocalíptica y más como la humilde y tanto más dañina ausencia de una brújula imaginativa, de una idea de lo bueno, del olvido del significado más básico de la idea de proyecto. Actualmente, la arquitectura y el diseño están frecuentemente imbuidos por un optimismo pesimista que parece haber renunciado a la idea de un futuro transformable, sustituido el querer una mejor ciudad por el de tener una más bonita, y limitado su imaginación a la generación de espacios encantadores pero encayados en la obsolescencia de su propia contemporaneidad. En estas condiciones, es fácil que las disciplinas del diseño se conviertan en un caballo de Troya que permite —o haya permitido ya— el arribo del antiparaíso distópico a nuestra realidad. En este sentido, me parece importante preguntarnos si no estamos ya viviendo en una distopía, y si en en este momento es necesario mirarla a los ojos, reconocerla, y reconocernos en ella para comenzar a pensar sobre cómo mermarla, y por qué y hacia dónde queremos proyectar una idea de un cuarto, una casa, un barrio, y una ciudad."