¿Cómo se entienden los conflictos urbanos? ¿Son reflejo de una lucha por la ciudad? ¿Son expresiones urbanas resultado de históricas desigualdades, carencias y/o abusos? ¿Dónde surgen? ¿Qué escala han llegado a tener? Y en esta ciudad, ¿cómo se puede lidiar con el conflicto como condición urbana?
Disputas internas, intensas y personales, el ansia de formar parte y a su vez estar distante de una comunidad; el apropiarse de la ciudad y al mismo tiempo alejarse de ella, por decisión o necesidad, ante leyes discriminatorias, corrupción, desplazamiento hacia las periferias, por temas económicos, diferencias ideológicas y acciones individuales y colectivas que aumentan la probabilidad de generar o resolver estas contiendas.
La imposición de ciertas visiones sobre nuestra ciudad, el deber ser de las cosas o los privilegios de las políticas urbanas y económicas que invitan a que las divergencias sean oportunidades. Todo está cambiando, evolucionando a través de altibajos, con actores diversos de distintos niveles y maneras de ejercer el poder, haciéndonos parte del todo y de las pequeñas disputas que crean ideas, inconformidades y propuestas, logrando que la ciudad viva, no sólo por ella, sino por las discrepancias diarias, con ella y con nosotros mismos.
Disputas internas, intensas y personales, el ansia de formar parte y a su vez estar distante de una comunidad; el apropiarse de la ciudad y al mismo tiempo alejarse de ella, por decisión o necesidad, ante leyes discriminatorias, corrupción, desplazamiento hacia las periferias, por temas económicos, diferencias ideológicas y acciones individuales y colectivas que aumentan la probabilidad de generar o resolver estas contiendas.
La imposición de ciertas visiones sobre nuestra ciudad, el deber ser de las cosas o los privilegios de las políticas urbanas y económicas que invitan a que las divergencias sean oportunidades. Todo está cambiando, evolucionando a través de altibajos, con actores diversos de distintos niveles y maneras de ejercer el poder, haciéndonos parte del todo y de las pequeñas disputas que crean ideas, inconformidades y propuestas, logrando que la ciudad viva, no sólo por ella, sino por las discrepancias diarias, con ella y con nosotros mismos.